jueves, 21 de junio de 2012

ANÉCDOTA

Cierto trabajador de la fábrica textil que había en Santiago cobraba cada sábado su paga, de 80 pesos semanales. Un día le pusieron por equivocación 100 en el sobre. No dijo nada él: Hay que sufrir con cristiana resignación las fallas de nuestro prójimo. Pero llegó el siguiente sábado, y al abrir su sobre se dio cuenta de que contenía nada más 60 pesos. Airado, fue a reclamar a la oficina. El pagador le dijo: “El sábado anterior le pusimos 100, equivocadamente. ¿Por qué esa vez no dijo nada, y ahora sí viene a reclamar?”. Respondió con ofendida dignidad el hombre: “Porque un error se los puedo perdonar, pero dos ya no”.  Escrito por Catón, El Zócalo. 

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